La reciente aprobación en Estados Unidos de un tratamiento farmacólogico para terminar embarazos ha vuelto a poner de manifiesto la falta de información que prevalece sobre el aborto en general y en particular, sobre el aborto en Puerto Rico. La falta de información científica y rigurosa es dañina porque deforma un asunto tan importante de salud pública como lo es el aborto.

La reciente aprobación en Estados Unidos de un tratamiento farmacólogico para terminar embarazos ha vuelto a poner de manifiesto la falta de información que prevalece sobre el aborto en general y en particular, sobre el aborto en Puerto Rico. La falta de información científica y rigurosa es dañina porque deforma un asunto tan importante de salud pública como lo es el aborto.

Siempre recordemos las estadísticas que nos dicen que el aborto legal y seguro salva las vidas de las mujeres y que allí donde el aborto no es legal y seguro, mueren miles de mujeres, 78,000 mujeres, según el Informe de Población de las Naciones Unidas más reciente, y alrededor de 20 millones de mujeres sufren las secuelas de abortos inseguros . Según este mismo informe, en América Latina las interrupciones de embarazo practicadas en malas condiciones provocan la mitad de las muertes maternales. De modo que todos los políticos, hombres y mujeres, que en PuertoRico dicen oponerse al aborto por defender la vida, deberían de tomar en cuenta al emitir una opinión sobre el asunto, que el acceso a servicios de salud seguros para obtener abortos tiene el resultado de salvar miles y miles de vidas, y de contribuir a la estabilidad de la famila pues la gran mayoría de las mujeres que mueren, dejan tras de sí hijos y familiares que en muchas ocasiones dependen del sustento de ellas.

Resulta lamentable ver cifras abosultamente falsas que pretenden deformar lo que es la realidad del aborto en Puerto Rico. Se ha dicho equivocadamente que existen 35 clínicas de aborto en las que se realizan 40,000 abortos. Esto es absolutamente falso. En Puerto Rico existen en la actualidad siete clínicas que aunque se dedican principalmente a realizar abortos, ofrecen también otros servicios de contracepción e incluso existe una con un programa de adopción. Por otro lado, la última encuesta científica realizada por Pro Mujer, en la Universidad de Puerto Rico en Cayey documenta que la cantidad de abortos no pasaba de los 20,000 abortos anuales en 1992. La estretegia de los grupos anti-aborto de dar cifras equivocadas ya fue utilizada en la década pasada para intentar alarmar a los políticos y presionar a la Legislatura a aprobar restricciones al aborto que , según se ha visto en algunos lugares en Estados Unidos, no resuelven el problema de los embarazos no deseados y, más importante aún, que afectan negativamente la salud de las mujeres.

En cuanto al nuevo procedimiento de aborto aprobado recientemente en Estados Unidos debe aclararse que éste es un procedimiento aprobado luego de pruebas clínicas realizadas en Estados Unidos durante los últimos años. Pero, es preciso recalcar que este tipo de aborto se ha utilizado por más de una década en otros países como Francia, país que la inventa y la utiliza desde 1988, y China e Inglaterrra desde 1991, Suecia en 1992 y otros países a partir de 1999. Sin duda, esta nueva opción constituye un paso importante dentro de las alternativas para terminar un embarazo no deseado. Esto es muy importante, pues el aborto, a pesar de ser un procedimiento clínico sencillo, se ha presentado como algo traumático y peligroso, cuando en realidad, si se realiza bajo condiciones óptimas, es más seguro que una inyección de penicilina.

Sin embargo, debe advertirse que el aborto farmacólogio -como debería llamarse- a diferencia del quirúrgio, no es sólo tomar una píldora y ya. Este procedimiento puede utilizarse sólo para terminar embarazos de no más de 49 días (7 semanas) requiere de una serie de pasos: ingerir una primera dósis de un fármaco, un período de espera; luego ingerir otro fármaco, y otro período de espera, luego del cual debe suceder la expulsión del producto de la concepción. Las mujeres suelen experimentar dolores,en ocasiones fuertes y sangrado profuso. En un 60 por ciento de los casos se completa el procedimiento alrededor de 4 horas después de la segunda dósis del medicamento. En un 35 por ciento de los casos pueden tomar hasta 15 días para completar la expulsión y en el 5 por ciento de casos no ocurre la expulsión, en cuyo caso deberá procederse a un aborto quirúrgico. Es preciso también el monitoreo con ultrasonido para verificar que en se ha completado el procedimiento. Está contraindicado para mujeres propensas a hemorragias, o con padecimiento de anemia, embarazos ectópicos, entre otros casos. Dado que el procedimiento ocurre por etapas es preciso el monitoreo bajo la supervisión médica. La información sobre este nuevo procedimiento es, pues, fundamental para decidir de manera informada y lograr el servicio requerido.

El aborto con fármacos surge como una alternativa frente a la resistencia que gobiernos y médicos han tenido frente al aborto quirúrgico, procedimiento que en sus diferentes modalidades ( succión eléctrica o aspiración manual) ha confrontado todo tipo de resistencia, a pesar de ser un procedimiento sencillo. Dede recordarse que en Estados Unidos una minoría de médicos son entrenados en las escuelas de medicina , y los profesionales de la salud que realizan abortos, han confrontado todo tipo de agresiones violentas y atentados criminales por parte de algunos grupos religiosos. Esta situación ha complicado el acceso a éste servicio de salud por lo que se ha visto con optimismo un procedimiento menos invasivo, para abortos tempranos, pero que sin duda, necesita el respaldo del aborto quirúrgico en aquellos casos en los que no se completa el procedimiento con el fármaco. Debe advertirse que por ser un procedimiento con pastillas, no significa que es más rápido. El culto a la pastilla que prevalece en nuestro sistema de salud, podría provocar confusiones desafortunadas.

Confiemos que la aprobación de este nuevo procedimiento contribuya a educar más a las personas, y en especial a los y las políticos y los profesionales de la salud sobre el tema del aborto, y en específico, sobre cuán seguro y sencillo es cuando le es accesible a las mujeres en codiciones óptimas de salud. Damos la bienvenida a esta nueva opción para las mujeres, pero exhortamos a que se informen y documenten sobre todas las alternativas disponibles para terminar un embarazo.

*La autora es catedrática investigadora en PRO MUJER, Universidad de Puerto Rico en Cayey y profesora ad-honorem en el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Escuela de Medicina de la U.P.R.. Por más de una década ha realizado investigación sobre el tema del aborto.