En el Centro Médico de Río Piedras, entre el Hospital Industrial y el Pediátrico, se levanta una imponente estructura que promete ser un centro investigativo de cáncer que complementará al Hospital Oncológico doctor Isaac González Martínez y a otras instituciones privadas que atienden a pacientes de esta enfermedad.
El plan es que el nuevo Centro Comprensivo de Cáncer se dedique a la investigación y el Hospital Oncológico siga dando los mismos servicios y tratamientos que ofrece hasta el presente a cerca de 35,000 pacientes anualmente. El Oncológico se fundó hace 77 años y es el único hospital privado entre las instalaciones de Centro Médico.
En febrero del año pasado, el gobernador Alejandro García Padilla puso la primera piedra del Centro Comprensivo de Cáncer. La nueva instalación médica, de aproximadamente 287,400 pies cuadrados y 96 camas, tendrá doce pisos, que albergarán ocho salas de cirugía especializada en cáncer, una unidad de cuidado intensivo y una de cuidado intermedio. Además, ofrecerá quimioterapia, tratamientos de cáncer del seno, trasplante de médula ósea y medicina nuclear. La expectativa es que el hospital esté listo en abril de 2016, según anunció el gobernador.
Para lograr su propósito, sin embargo, el nuevo Centro Comprensivo de Cáncer tiene que obtener la designación de “centro comprensivo” por parte del Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos (NCI, por sus siglas en inglés). El Programa de Centros de Cáncer del NCI comprende más de 50 centros dedicados a la investigación. Los fondos federales otorgados por el NCI dan paso a tres tipos de centros de cáncer: los básicos, los clínicos y los comprensivos. Existen 61 centros designados y distribuidos en 32 estados. De estos, 38 son centros comprensivos, que significa que al estar vinculados a universidades o instituciones educativas desarrollan programas de investigación básica, clínica y epidemiológica (de prevención y de control).
De obtener la designación, el Centro Comprensivo de Cáncer competiría por esas subvenciones federales y trabajaría con la asistencia del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico, según lo establece la Ley 230 del 26 de agosto de 2004 que le dio vida. El lugar se comenzó a construir desde el año pasado y esperan que, de aquí a los próximos siete años, hayan logrado la certificación como centro comprensivo, destacó el presidente de la Junta de Directores del Centro, Enrique Vila del Corral. Allí habrá un centro comprensivo y un hospital de cuidado terciario, especializado en la prevención y tratamiento de cáncer. Para ello, también se creó un acuerdo colaborativo con la Universidad de Texas, que tiene el MD Anderson Center. El centro comprensivo de Puerto Rico seguirá los estándares del MD Anderson, según esboza la Ley 141 del 13 de julio de 2011, que enmendó la Ley 230 para, entre otras cosas, reestructurar la junta de directores del centro comprensivo.
En el ínterin, ya comenzaron a hacer investigaciones con la asistencia de los facultativos del RCM, indicó. “En la parte de investigación y desarrollo, yo diría que estamos como un 40% a 60% (de trabajo) porque, tristemente, al no tener un hospital, hasta ahora todo se ha hecho a través del Recinto de Ciencias Médicas. Nuestra meta es conseguir que en unos siete años nos convirtamos en un (NCI). Estimo que el primer paciente lo debemos estar viendo el 1 de agosto de 2016”, dijo Vila del Corral, quien se mostró muy entusiasmado con el proyecto tras confesar que es sobreviviente de cáncer de próstata.
$75 millones
Para la construcción del Hospital Comprensivo de Cáncer, el Gobierno destinó $75 millones en 2004, indicó Vila del Corral. “No lo hemos gastado todo”, dijo y recordó que este proyecto comenzó bajo la gobernación de Sila M. Calderón como el Centro de Investigación del Cáncer en el Centro Médico.
Agregó que en 2005 recibieron otra asignación gubernamental de $1.5 millones. Esto se unió a dos asignaciones adicionales en 2014 y en 2015, de $7 millones y $8.5 millones, respectivamente, dijo. “Eso se ha usado para operaciones y los salarios de los facultativos. No tenemos fondos para el año que viene. Obviamente, se nos asignarán los fondos”, sostuvo Vila del Corral.
“Nosotros anticipamos que, en cuatro años, tengamos un volumen (de ingresos) de cerca de $8 millones, una vez esté operando el hospital. Nosotros anticipamos que pudiese estar -en cuestión de seis a ocho años- en unos $80 millones. El Centro Comprensivo de Cáncer se puede convertir en la gallinita de los huevos de oro del gobierno de Puerto Rico, bien administrado, porque la capacidad, la destreza de su facultad cuando esté completado, lo ultramoderno de los equipos, definitivamente van a demarcar una nueva forma de administrar y de tratar pacientes de cáncer”, agregó.
Al preguntar si no era más idóneo destinar ese dinero al Hospital Oncológico, que en múltiples ocasiones ha sufrido carencia de fondos, Vila del Corral dijo “el Oncológico es un hospital privado… Puerto Rico no tiene ningún sitio donde nuestros investigadores puedan poner en práctica sus análisis de investigación y de estudio”.
Vila del Corral aseguró que “nosotros no venimos a competir sino a incrementar el nivel de tratamiento porque ninguno de los otros centros de cáncer del país hace estudios o ‘clinical trials’ (investigaciones científicas con base médica). Aquí se hace investigación. El paciente se convierte no solamente en un foco de estudio sino en un foco de tratamiento alterno, distinto a lo natural. Al centro pueden venir todos aquellos enfermos con cáncer que quieran y estén buscando un acercamiento o tratamiento quizás distinto”.
La creación de un centro comprensivo de cáncer no es nueva para Puerto Rico. De acuerdo con la Ley 230, que da vida al Centro Comprensivo de Cáncer, en la década de 1960 se estableció un centrode cáncer en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico con la subvención federal del NCI. Existió hasta 1986.
“En ese año no se logró la aprobación de una propuesta para la creación de un centro comprensivo de cáncer. La fragmentación de los servicios y los esfuerzos, unido a la ausencia de un apoyo gubernamental e institucional coordinado, fueron las principales razones para que tal iniciativa no prosperara”, recoge el estatuto.
A partir de ese año, el RCM ha operado un centro de cáncer que tiene cerca de 20 empleados y cuenta con una asignación legislativa anual de aproximadamente $200,000. Por eso, el Centro Comprensivo de Cáncer funcionaría de la mano de la UPR.
Por: Gloria Ruiz Kuilan – elnuevodia.com