Los niveles de esporas de hongos en el aire son más altos en Puerto Rico que en zonas de clima templado como Estados Unidos y, dentro de la Isla, son más altos en Caguas que en San Juan, de acuerdo con los hallazgos científicos acumulados por la Estación de Aerobiología del Recinto de Ciencias Médicas que dirige el microbiólogo colombiano, Dr. Benjamín Bolaños.
Los estudios que durante diez años han realizado Bolaños y sus estudiantes se han convertido en fuente de información de gran utilidad para las personas que padecen de asma en Puerto Rico.
La estación mantiene una página en la red social Facebook (Alergia a Hongos), donde todos los días se coloca el enlace donde los pacientes pueden ver los niveles de alérgenos en el aire y tomar las previsiones, de acuerdo con las recomendaciones de su médico, para evitar los episodios de asma.
Es la única estación de reporte de alérgenos ubicada en el trópico que está acreditada por la “American Academy of Allergy Asthma & Immunology” (AAAAI). El trabajo de recopilación de información es metódico y riguroso, conlleva una atención de 24 horas al día en la recopilación de información y toma cerca de dos horas diarias hacer la lectura de las laminillas donde se recogen los datos.
Bolaños nos explica que en Puerto Rico hay épocas en las que aumentan grandemente los niveles de polen y esporas de hongos. Para el polen, el período crítico es en enero, febrero y marzo. Para las esporas, los meses más duros son septiembre, octubre y noviembre, con un período bastante alto en abril y mayo.
La costa Este de Puerto Rico es la zona con menor concentración de esporas de hongos. La zona boscosa de El Yunque es la mayor productora de esporas ya que los hongos cumplen la función de ayudar a reciclar la materia orgánica en la naturaleza.
El viento, que generalmente viene del Este, traslada las esporas que se generan en El Yunque y las propagan por toda la Isla. También las zonas boscosas en otras áreas de Puerto Rico generan grandes cantidades de esporas.
Un ejemplo de que los niveles de esporas en Puerto Rico son más altos que en los Estados Unidos se presenta cuando consideramos que para la escala de esporas de San Juan, el nivel de alerta roja empieza en 155,000 esporas/m3 comparado con solo 50,000 esporas/m3 en Norteamérica. Esta escala de San Juan se calculó como el percentil 99% de los datos de los pasados ocho años.
La consecuencia es que en Puerto Rico hay una alta incidencia de asma, rinitis, conjuntivitis y alergias provocadas por estos agentes. El Departamento de Salud estima que para el año 2010 hubo en Puerto Rico 125,209 niños diagnosticados con asma, así como 239,981 adultos mayores de 18 años de edad. Aunque la incidencia de muertes por asma en la Isla ha ido en descenso, anualmente se registran unas ochenta muertes por esta causa.
La concentración de esporas y pólenes es afectada por las condiciones metereológicas. Cuando llueve se generan estos alérgenos en grandes cantidades. Es por eso que muchas personas sufren episodios de asma luego de un fuerte aguacero.
Con la información que les provee la estación, una de las cosas que pueden hacer las personas susceptibles es activar sus purificadores de aire, con cualificación HEPA, que se consiguen en diferentes tiendas y eliminan alrededor del 50 por ciento de las esporas en el aire.
Entre las dos y las cuatro de la madrugada es cuando más particulado se genera. Se trata de organismos microscópicos que, cuando entran en el sistema respiratorio pueden causar reacciones alérgicas en personas susceptibles. La información que recoge la estación los 365 días del año se pone a la disposición de la ciudadanía. Luego se analiza, se compara por regiones y por años y se va acumulando como fuente para futuros estudios y el registro de los patrones de incidencia.
“Esta información diaria es un banco de información muy valioso que permite hacer estudios de correlación de los alérgenos con el asma, con las prescripciones de productos para asma y alergias, con la calidad de aire interior en farmacéuticas.
Esta información se ha generado utilizando varios recursos como el Hospital San Jorge, IMS PR y encuestas en farmacéuticas. Igualmente, los datos nos permiten evidenciar la contribución del cambio climático a las alergias ya que estamos observando un aumento consistente en los niveles de esporas en los últimos cinco años”, expuso Bolaños, micólogo y catedrático del Departamento de Microbiología del Recinto de Ciencias Médicas.
Con el Hospital Pediátrico San Jorge se ha encontrado que hay un aumento en las hospitalizaciones de niños con asma durante los meses en que los niveles de esporas y pólenes son más altos.
Durante un año, gracias a la labor de la entonces estudiante doctoral Elizabeth Quintero, se llevó registro de los niveles de esporas en Caguas y se encontró que consistentemente eran mayores que en San Juan. Bolaños considera que el hecho de que Caguas es un valle contribuye a esa mayor concentración. Igualmente, porque en sus alrededores hay más vegetación que en San Juan.
Otros pueblos cercanos, como Gurabo, Juncos, Las Piedras y San Lorenzo, por su cercanía con El Yunque, también deben tener una alta concentración de estos alérgenos, aunque no tenemos los datos específicos.
El Dr. Bolaños lleva unos treinta años en Puerto Rico y hace diez años creó la estación en la cual trabaja como un Quijote. Por medio de propuestas federales y locales ha logrado obtener el equipo necesario para medir y documentar los estudios de pólenes y esporas de calidad del aire. Recibió ayuda del fenecido alcalde de Caguas, William Miranda Marín, quien visualizaba la investigación científica en general como el impulso que necesitaba el desarrollo económico del País.
Bolaños reconoce que en Puerto Rico el estudio de la calidad del aire es una ciencia que solo lleva diez años al nivel en que él lo realiza. En Europa y Estados Unidos llevan más de setenta años y los niveles de alérgenos en el aire reciben un lugar prominente en los medios de comunicación. La periodista Susan Soltero fue la primera que publicó los niveles de esporas y polen. luego Roberto Cortés y Deborah Martorell también dan la información al público.
La estación ha contado con el apoyo de pediatras y neumólogos, ya que provee información útil para sus pacientes. Bolaños precisa que los alérgenos en Puerto Rico son diferentes a los de Estados Unidos, sin embargo, en la isla se distribuyen medicamentos para los hongos que existen en otros climas y no se han desarrollado medicinas para los de aquí.
Sería ideal que a lo largo y lo ancho de Puerto Rico se pudieran establecer otras estaciones para medir con precisión los niveles de alérgenos en el aire diariamente y hacer disponible la información a la población. Igualmente, que se impulsen las investigaciones para el desarrollo de medicamentos para combatir los hongos endógenos de la Isla.
Por Cesar Irizarry Resto – elperiodicopr.com