Son muchos los pacientes que sufren quemaduras eléctricas en Puerto Rico y que deben ser sometidos a complicados procesos de intervención médica que se debaten entre predecir hacia dónde se moverá esa electricidad en el cuerpo, proteger a los órganos internos de los daños que esta podría causar y sobretodo, buscar las alternativas disponibles que eviten la amputación de alguna área severamente afectada en hueso o tejido blando.
Hoy día, los cirujanos de las Unidad de Quemados del Hospital Industrial cuentan con un apoyo directo de nucleólogos del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) que desde años han dado la mano con la tecnología nuclear a base de “tecnecio-99m” que marca pirofosfato(trazador radioactivo que ayuda en la obtención de imágenes óseas y de cuerpo entero para identificar daño a tejidos) para ayudar al clínico a identificar con precisión el área más afectada del paciente pero aún más, han evitado a disminuir el riesgo que de el paciente pierda una extremidad del cuerpo, indicó en entrevista exclusiva con la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MSP) el catedrático auxiliar del RCM, doctor Ralph Martin.
“Hemos estado ayudando a los cirujanos a identificar áreas escondidas de daño a tejido y en casos donde se tengan dudas particularmente con daños a extremidades, pues el estudio nuclear brinda una información al clínico para tomar alguna decisión”, explicó a este medio el nucleólogo.
No obstante, la contribución científica nuclear con este tipo de pacientes fue comprobada en un análisis a una muestra de esta población entre el 2006 al 2014, donde se evaluaron el listado de pacientes del doctor Héctor Benítez, doctor a cargo de la Unidad de Pacientes Quemados del Hospital Industrial junto con la sección de Patología del RCM.
Entre el perfil analizado de 78 pacientes afectados (todos fueron varones) por quemaduras eléctricas, cabe señalar que se destacan trabajadores de la Autoridad de Energía Eléctrica (AAA) y empleados de construcción.
“Un 8% de los casos tenían un total de 106 lesiones, un 97% de las lesiones eran concordantes con los resultados en patología y eso se traduce que hubo discordancia solo en 3 casos que tienen su explicación”, detalló el doctor.
“En el número de lesiones encontradas lo más importante es que continuamos ayudando al cirujano en la toma de decisiones y lo más importante, en disminuir el riesgo de amputaciones en estos pacientes. En aquellos casos donde se veía un área quemada se identificó la necrosis de tejido muerto pero internamente comprobamos que tenía actividad. En esos casos se evitó la amputación”, relató el especialista en Medicina Nuclear.
“Con estos estudios que hacemos de cuerpo completo, se hacen evaluaciones más amplias en el paciente mientras que en una resonancia magnética la extremidad se divide por regiones y sale más caro. En cambio nuestro estudio es mucho más módico y más completo y siguen siendo de gran utilidad”, apuntó el doctor Martin.
Por: Belinda Z. Burgos González – http://www.medicinaysaludpublica.com/