Así se resume el día a día de la doctora Margarita Ramírez, directora del Programa de Endocrinología del Hospital Universitario de la Universidad de Puerto Rico (UPR), quien ha enfrentado las bajas de presupuestos a nivel académico, el aumento en el número de pacientes con problemas endocrinos y de paso, ha asumido el reto de mantener la acreditación de la residencia médica ante los pocos facultativos.
En entrevista con la Revista Puertorriqueña de Medicina y Salud Pública (MPS), la doctora Ramírez, abrió las puertas de su oficina médica en el sótano del Hospital Universitario y relató a este medio lo cuesta arriba que han sido estos últimos seis meses, cuando además de su cargo bajo el Programa de Endocrinología desde el 2003, fue nombrada recientemente como directora interina de la Sección de Endocrinología del Hospital Universitario, debido al retiro de la doctora Myriam Allende en junio 30 de este año.
La especialista, con más de 20 años de experiencia, primeramente explicó que los endocrinólogos puertorriqueños tienen que verse en la obligación de tener dos a hasta tres clínicas diarias ya que son pocas las horas de trabajo que se les puede ofrecer bajo la Sección de Endocrinología de la institución hospitalaria y por lo tanto, deben compensar un sueldo mínimo recurriendo en ocasiones a ejercer sus practicas privadas.
Las clínicas de endocrinología atienden alrededor de 150 pacientes semanalmente, incluyendo aquellos con osteoporosis. Entretanto, Puerto Rico sólo cuenta con dos programas de residencias de endocrinología entre el Hospital Universitario y el Hospital Municipal de San Juan bajo el doctor José Hernand Hernández.
“Como en endocrinología no hay mucho procedimiento, lo que puede generar más ingresos, esto hace que no seamos una prioridad dentro del sistema universitario como para que se otorgue una partida mayor (al programa). Llevo años cursando cartas exponiendo la importancia y necesidad que hay de especialistas en diabetes. También han salido demasiadas terapias para esta condición, que hace aún más complicado su manejo clínico para los Médicos de Medicina Interna porque es imposible mantenerse al día ante tanto tratamiento nuevo (para la diabetes)”, declaró en primera instancia.
No obstante, cada día el trabajo de la doctora Ramírez es un debate diario entre sus funciones administrativas y el cumplir el servicio a los pacientes así como tomar algún espacio para buscar estrategias que hagan atractivos los servicios endocrinológicos ante la reducción de salarios. En muchas ocasiones, estas partidas de fondos a tiempo parcial son aceptadas por médicos jefes de familia que desean superarse dentro de su vocación médica a pesar de la poca remuneración.
“Yo pude conseguir esta nueva plaza para integrarla a la facultad, pero fue ante la necesidad de la salida de la Doctora Allende y sin esa persona, se pone en juego la acreditación del programa de residencia. Otra cosa es que antes la universidad te pagaba completo y ahora no. Ahora los médicos residentes tienen que ver muchos pacientes afuera para poder generarse parte del sueldo y por eso la especialidad se hace menos atractiva. Estos muchachos tienen que trabajar más que si estuvieran en su práctica privada para un sueldo básico”, reveló.
Por lo tanto, Ramírez expuso que no sólo se necesitaría dinero para facultativos “sino que tengo que buscar la de cómo convencer a la gente de que venga a trabajar aquí porque no es atractivo”.
En cuanto a los planes médicos, Ramírez expresó que en general los planes médicos nunca han compensado lo suficiente a los médicos.
Pero pese al panorama, la Endocrinóloga se expresó orgullosa de los sólo dos endocrinólogos que gradúan anualmente y de los médicos que son parte de sus clínicas porque da fe de su buena preparación dentro de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas así como de las clínicas de la Sección de Endocrinología del Hospital Universitario.
También, auguró un buen futuro para los nuevos especialistas debido que cada día la profesión médica es más especializada.
“Ha habido un “boom” de endocrinólogos durante los últimos años. De aquí salen bien preparados. Continuaremos trabajando y sé que esto mejorará”, aseguró.
Por: Belinda Z. Burgos González – http://www.medicinaysaludpublica.com/