Una oportunidad de tratamiento para los pacientes con menos recursos. Así describe su trabajo científico la doctora Alma Cruz, dermatóloga y catedrática del Departamento de Dermatología del Recinto de Ciencias Médicas (RCM), quien ha dedicado parte de su tiempo a realizar estudios clínicos en búsqueda de avances médicos para la población psoriásica de la isla.
Como si hiciera honra a su nombre de Alma, la doctora Cruz precisamente se ha convertido en esa alma científica y médica quien desde el 2005, ha sido una de las pocas especialistas dentro del campo de la dermatología que ha logrado el avance en tratamientos para pacientes con psoriasis gracias a sus estudios, pero sobretodo, se ha empoderado en conocimiento científico para que las investigaciones dermatológicas continúen haciéndose en Puerto Rico en beneficio de aquella población con más dificultad al acceso de medicamentos.
La psoriasis es una enfermedad de la piel que causa una descamación e inflamación en distintas partes del cuerpo, que afecta el diario de vivir de quien la desarrolla ya que podría causar un fuerte impacto emocional en estos pacientes que muchas veces enfrentan la estigma social por las escamas de su piel y el mover extremidades del cuerpo se convierte en un reto por no dejar que el dolor les paralice.
Según la doctora Cruz, en la isla podrían existir alrededor de 80 a 100 mil pacientes con un diagnóstico de psoriasis y el 30% desarrollará artritis psoriásica. Mientras, el 20% pudiera desarrollar el síndrome metabólico.
Los primeros pasos de la doctora Cruz fueron en conjunto con los reconocidos dermatólogos de Puerto Rico, doctora Aida Lugo Somolino, quien fue catedrática de la Escuela de Medicina del RCM y el doctor Jorge Sánchez, destacado en el tratamiento contra la psoriasis en la isla.
“Esto ha representando una oportunidad para yo poder ayudar a estos pacientes que no pueden costear medicamentos tan caros y sobretodo, aquellos que no tienen tratamientos. Con estos estudios clínicos los reciben gratis. Esto ha sido un reto profesional, pero de gran satisfacción con el cambio de la calidad de vida de muchos pacientes”, explicó la dermatóloga, desde su oficina en la Clínica de Dermatología del RCM donde médicos residentes y “follows” de dermatología atienden alrededor de 400 pacientes semanalmente.
“Yo tengo pacientes de psoriasis que ha estado cuatro años en estudios y estos medicamentos se les ha provisto gratis. Este trabajo también me ha sorprendido por que es estrictamente regulado y porque se exige más trabajo que en la práctica general se hace. Ha sido académicamente interesante porque esto me ha permitido mantenerme al día como especialista en cuanto a tratamientos”, explicó orgullosa la Doctora con el tono de voz pausada que le caracteriza.
Entre los 15 estudios clínicos cursados por la desmatóloga, incluyendo la psoriasis, la catedrática se ha destacado en la búsqueda de nuevos medicamentos para la rosácea, acné, hidradenitis supurativa, psoriasis y cáncer de piel, que en este caso, ha visto por un periodo determinado la progresión del tumor en estos pacientes para la creación de unas guías de terapias y tratamiento para esta enfermedad.
Hasta ahora, de los estudios clínicos hechos por Cruz, sobre 150 pacientes han sido fieles testigos de la mejoría en su calidad de vida con estos tratamientos, validados luego mediante la aprobación de la Administración Federal de Drogas y Alimentos (FDA) y no obstante, dicha agencia federal valida la labor de la Doctora mediante auditorías que arrojan negativo a alguna falla en la implementación de la investigación.
De otra parte, la doctora hizo una invitación a otros médicos a unirse en esta misma labor en beneficio de los pacientes con psoriasis en la isla como de otras condiciones dermatológicas.
“He tenido pacientes de psoriasis que nunca han asistido con sus familias ni a la playa, que no muestran sus brazos y piernas por la descamación de la piel y estas historias son las que me satisfacen. He tenido otras que han agradecido el que sus parejas dejen de sangrar y manchen las sábanas de la cama por el picor que causan estas inflamaciones sobre la piel. Esto ha sido de gran satisfacción personal”, finiquitó emocionada la especialista, que aún asiste a pacientes en distintos hospitales del país.
Por: Belinda Z. Burgos González – http://www.medicinaysaludpublica.com/