La esperanza aflora para los pacientes y familiares de demencia, ante el inicio de estudios de tres nuevos medicamentos para la prevención del Alzheimer. Así lo dio a conocer hoy la doctora Ivonne Z. Jiménez-Velázquez, directora del Departamento de Medicina Interna de la Escuela de Medicina del Recinto de Ciencias Médicas, ofreciendo varios detalles sobre el análisis.
Dos de los medicamentos trabajarán con anticuerpos monoclonales (mutación genética) y uno fungirá como inhibidor de la enzima Beta-secretasa (BACE-1). El estudio de estas drogas se extenderá por 24 meses para finalizar la fase 3 y conseguir la aprobación para su manufactura. En este esfuerzo mundial se unen varias farmacéuticas, gobiernos e investigadores, pues el mismo estudio se realiza en diversos países, como Argentina, Perú, Cuba, República Dominicana, China, India, México, Venezuela y Chile.
“En el 2002 se publicó un anuncio para identificar familias con muchos miembros con Alzheimer. Vimos cientos de casos. Luego se comenzó a estudiar a esta población buscando función cognitivas y demencia. De ese estudio genético se invita a participar del análisis de los anticuerpos monoclonales iniciando el tratamiento en enero”, explicó la también directora del Programa de Geriatría.
Las familias, dijo, “están ansiosas en comenzar, porque estos estudios traen un rayo de esperanza”.
Mientras, para la investigación con el medicamento inhibidor de BACE-1 (factores no genéticos) todavía se están aceptando participantes, los que deben llamar al 787-759-0306, extensiones 225 y 226. Pueden ser personas entre las edades de 18 a 80 años.
Puerto Rico fue electo para participar de la investigación, pues la prevalencia de demencia en la Isla en personas de 65 años o más alcanza un 11.8%, le siguen Cuba y República Dominicana con 11%.
El Alzheimer es la quinta causa de muerte en Puerto Rico y se estima que 46,000 personas la padecen. A nivel mundial, la sufren 44 millones de individuos, una cifra que puede triplicarse para el año 2050.
Estas investigaciones, se informó, identifican una mutación particular que afecta a múltiples familias provocando un inicio temprano de la enfermedad, antes de los 65 años de edad. Aguadilla, Caguas, Comerío, Isabela, San Lorenzo y San Sebastián son los pueblos de mayor prevalencia de las condiciones genéticas.
Jiménez-Velázquez repasó varios factores de riesgo de demencia no modificables, como el género, la edad, traumas en la cabeza, historial familiar y mutación de cromosomas. Mientras que entre los que sí se pueden modificar están la falta de educación, el estrés crónico, estilo de vida y la nutrición.
“Se ha demostrado que el ejercicio cardiovascular es la clave de la prevención. Esto debe sumarse al ejercicio mental y a una buena alimentación. Cuidar el corazón se traduce en la disminución de accidentes cardiovasculares. Además, los estudios epidemiológicos establecen una relación directa entre la ingesta de frutas y vegetales con una mejor función cognitiva. De igual manera ocurre con quienes consumen más pescado que carnes rojas”, enfatizó la directora del estudio.
Por: Karol Joselyn Sepúlveda – http://www.medicinaysaludpublica.com/