La Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras(UPR-RP), cuenta con una nueva concentración menor (minor) a nivel de bachillerato en Humanidades Médicas y Salud, adscrita al Departamento de Inglés de la Facultad de Humanidades, que puede ser solicitada por estudiantes de cualquier concentración o facultad del campus riopedrense.
La nueva secuencia curricular de 15 créditos ofrecerá cursos en inglés y español en áreas como ética médica, antropología médica, discapacidad, literatura y artes curativas, envejecimiento, entre otros. Las clases estarán abiertas a los estudiantes matriculados en el minor y otros interesados, si el cupo lo permite. Los cursos serán ofrecidos por profesores de Humanidades, Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Educación y Estudios Generales.
Según la directora del proyecto, la doctora Loretta Collins, de la Facultad de Humanidades de la UPR-RP, “el 60 por ciento de las escuelas de medicina en los Estados Unidos, y cada vez más alrededor del mundo, requieren a los estudiantes tomar cursos en humanidades médicas para que los futuros doctores ganen destrezas de pensamiento crítico, diagnóstico y entrevista, y tengan un acercamiento compasivo hacia los pacientes”.
Según el comunicado de prensa, el minor se estableció con fondos otorgados por el National Endowment for the Humanities a la UPR-RP para el desarrollo del currículo y adiestramiento interdisciplinario de los profesores.
El currículo fue diseñado por onces docentes de la Facultad de Humanidades y cinco afiliados a la Escuela de Medicina y la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR, ante los cambios en el examen de admisión a escuelas de medicina (MCAT), que ahora requiere conocimiento de las humanidades, sicología y sociología, además de las ciencias naturales.
Tras el nuevo ofrecimiento académico se formó también en el campus una organización estudiantil Society for Medical Humanities (SMH), creada para reunir estudiantes interesados en ver el tema de la salud y la medicina de una forma más abarcadora, combinando los saberes de las ciencias naturales, humanidades, ciencias sociales e incluso arquitectura.
“Se trata de ver la salud más allá de la profesión médica, incorporando los saberes de áreas como las ciencias sociales, filosofía, lenguaje y arquitectura. El lenguaje que utilizan los doctores y pacientes para comunicarse, la forma en que el paciente narra y concibe su proceso de enfermedad, el diseño de los espacios de atención médica, y los contextos culturales son todos factores relevantes y a veces ignorados que impactan la salud humana”, expresó Ramón Martínez Vale, presidente y fundador de la nueva organización.
La agrupación, establecida oficialmente este semestre, está abierta a estudiantes de todas las concentraciones y facultades en el campus, pues su objetivo principal es fomentar una visión de la medicina más allá de los aspectos biológicos de las enfermedades.
“Si una persona tiene catarro o tiene cáncer, hay una desviación de la normativa biológica de la persona. Pero eso es desde una visión puramente biológica-científica. Lo que le está pasando al paciente es mucho más que eso. Hay una desviación de la normativa de su vida, hay un enfrentamiento con su propia condición humana, y eso es lo que nosotros buscamos que los estudiantes vean a través de este campo interdisciplinario”, explicó Martínez Vale.
De hecho, este estudiante de biología que se interesó por las humanidades médicas luego de que una profesora abordara el tema en clase, actualmente realiza el primer proyecto de medicina narrativa en Puerto Rico.
La medicina narrativa es un área que reconoce la necesidad que tienen los pacientes y doctores en dar voz a su experiencia, y el valor de esas “narraciones” en el aspecto clínico, investigativo y educativo. La investigación de Martínez Vale, que es parte de los requisitos de tesis del Programa de Estudios de Honor del Recinto, se encuentra en su primera fase: desarrollar tres formas de “lectura” que los estudiantes de medicina y residentes puedan usar para interpretar las narrativas de los pacientes y mejorar el proceso de diagnóstico. La segunda fase implementará estos ejercicios en el contexto médico puertorriqueño, y la tercera analizará el proceso de desarrollo de las primeras etapas del proyecto.
Por Diálogo – http://dialogoupr.com/