El 90% de los pacientes diabéticos son Tipo II y los restantes son Tipo #1. Estos últimos son los que necesitan inyectarse insulina para alcanzar, junto a otros elementos pertinentes a su tratamiento, una mejor calidad de vida.
La endocrinóloga Myriam Allende Vigo, egresada de la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Médicas, recalcó que, si se obtiene una dieta adecuada, se inserta el ejercicio físico a la vida diaria y si se sigue el tratamiento médico estipulado, la vida placentera de los pacientes diabéticos es favorable. Así que inyectarse insulina si puede ser sinónimo de salud y no de pesar.
“Cada tratamiento es particular a las necesidades que presenta el paciente. Es individualizado. Si su estilo de vida es próspero, se alimenta adecuadamente y si se toma sus medicamentos o se inyecta la insulina como se estableció en el tratamiento, tendrá calidad de vida”, expresó la Dra. Allende Vigo.
La insulina se utiliza para tratar medicamente la diabetes, que es una enfermedad en progreso que si se descuida afecta múltiples órganos y sistemas del organismo produciendo complicaciones severas que ponen en riesgo la vida del paciente. Es una alteración del metabolismo del azúcar en la sangre capaz de afectar y destruir tejidos tan variados como el ojo, los riñones, el corazón, el cerebro, los pies e incluso la piel.
La insulina es una hormona que se encarga de que la azúcar en la sangre entre a los distintos tejidos del cuerpo y sea utilizada para general energía y establecer los procesos metabólicos del cuerpo. La insulina se produce en unas células que hay en el páncreas, que en el caso de pacientes Diabetes Tipo I hay que inyectarla.
En el caso de la diabetes el tratamiento temprano con insulina, ha demostrado ser de gran valor en el control óptimo de la glicemia, la prevención de complicaciones crónicas de la diabetes y el aumento de la sobrevida.